La primera jornada de huelga nacional convocada por los médicos ha tenido en Torredonjimeno un seguimiento absoluto. Según los primeros datos disponibles, el 100% de los facultativos del Centro de Salud se han sumado al paro, dejando la atención al público en manos de los servicios mínimos establecidos por la administración. Los pacientes que han acudido a consulta han sido atendidos únicamente por este dispositivo reducido.
La protesta, que se prolongará hasta el viernes, forma parte de la convocatoria lanzada por la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA), a los que se han unido otras organizaciones profesionales. Aunque es un conflicto de alcance nacional, su impacto local se ha hecho notar desde primera hora en el municipio tosiriano.
¿Por qué protestan los médicos?
Los facultativos denuncian que sus jornadas laborales son excesivas y que el Sistema Nacional de Salud “se sostiene sobre la sobrecarga del médico”. No es extraño, según el presidente del SMA, Rafael Ojeda, que un profesional acumule 60 o 70 horas semanales, una situación que consideran insostenible tanto para ellos como para los propios usuarios del sistema.
En este sentido, los convocantes subrayan que la huelga no solo busca mejorar las condiciones laborales, sino también reforzar la calidad asistencial de los pacientes, que —afirman— son los primeros en sufrir las consecuencias de la saturación, los retrasos y la falta de tiempo por consulta derivada de estas cargas de trabajo desmedidas.
Las guardias de 24 horas, uno de los puntos más conflictivos, contribuyen a este escenario. Después de su jornada ordinaria, los profesionales deben afrontar urgencias, listas de espera o quirófanos programados, sin que el nuevo texto propuesto por el Ministerio reconozca estas horas como extraordinarias ni las remunere de forma diferenciada.
Además, los médicos reclaman un estatuto propio que contemple la especificidad de su profesión y su formación —360 créditos universitarios, dos años más que otros grados—. Por ello, exigen su clasificación dentro del grupo A1+, lo que implicaría una reforma del Estatuto Básico del Empleado Público.
Mientras avanzan las cuatro jornadas de paro, Torredonjimeno se sitúa como uno de los municipios con mayor seguimiento, reflejo del profundo malestar que vive el colectivo y de su aspiración a un sistema sanitario que funcione mejor para profesionales… y para pacientes.