En el marco de la Semana del Matrimonio, bajo el lema «Llena su corazón, hazlo latir», la Delegación diocesana de Familia y Vida organizó un emotivo encuentro el pasado fin de semana, en el que se celebró el Jubileo de las Familias. La cita reunió a cientos de personas en una jornada de fe, convivencia y renovación de compromisos matrimoniales.

La convocatoria tuvo lugar a las cinco de la tarde en la Casa de la Iglesia, donde se dieron cita alrededor de 350 fieles procedentes de diversas localidades y movimientos familiares. Entre los asistentes, destacaron numerosas familias de Torredonjimeno, pertenecientes a ambas parroquias de la localidad, tal como informó la Parroquia de Santa María.

El evento comenzó con una cálida bienvenida y una dinámica interactiva basada en una receta de cocina, diseñada para preparar a los participantes para el significado del Jubileo. Niños, jóvenes y adultos disfrutaron de esta original actividad que les permitió reflexionar sobre la importancia de la familia dentro de la comunidad cristiana.

A continuación, la comitiva se dirigió al Camarín de Nuestro Padre Jesús, templo jubilar de acogida, donde dio inicio la celebración en presencia del Obispo diocesano, Sebastián Chico Martínez. Con gran entusiasmo y entonando cánticos, los fieles partieron en procesión hacia la Catedral, donde fueron recibidos con el sonido festivo de las campanas.

Más de 500 personas participaron en la solemne eucaristía, presidida por Monseñor Chico Martínez y concelebrada por el Vicario General Juan Ignacio Damas, el canónigo y Consiliario de la Delegación de Familia y Vida, Juan Francisco Ortiz, y otros miembros del clero diocesano. Durante la ceremonia, se llevó a cabo la aspersión con agua bendita como símbolo del bautismo, y las familias diocesanas fueron protagonistas de las lecturas, la oración de los fieles y la presentación de ofrendas.

Uno de los momentos más conmovedores se vivió cuando los esposos se arrodillaron para recibir una bendición especial, evocando el compromiso adquirido en el sacramento del matrimonio. Además, durante la celebración, el Director de Cáritas Diocesana, Rafael, hizo un llamado a la solidaridad, destacando la importancia de la limosna penitencial para ayudar a quienes más lo necesitan.

El rito jubilar concluyó con la oración por las intenciones del Santo Padre y una bendición impartida por el Obispo con el Santo Rostro. Posteriormente, los asistentes regresaron a la Casa de la Iglesia para compartir una cena fraterna, fortaleciendo lazos de amistad y comunidad.

Como colofón de la jornada, el grupo de música cristiana «El Sonido de Betania» ofreció un concierto en el que interpretaron piezas propias y versiones de canciones espirituales, dejando una profunda huella en los presentes. Fue un cierre cargado de emoción, donde la fe y la música se unieron en una experiencia inolvidable para todas las familias participantes.