El Obispo despide y agradece su labor a las Hermanas Misioneras del Padre Nuestro de Torredonjimeno

El Obispo de Jaén, Sebastián Chico Martínez, recibía, en la mañana de ayer, a las Hermanas Misioneras del Padre Nuestro, para despedirlas, ante la supresión canónica de su casa en Torredonjimeno.

Debido a la falta de vocaciones, y siendo las únicas que quedan de su congregación, las hermanas Piedad y Natividad se ven obligadas a cerrar su casa en Torredonjimeno, donde, durante 37 años, han sido pilares fundamentales de la educación y el cuidado infantil en el pueblo, a través de su guardería.

Durante el encuentro, que ha trascurrido en un ambiente cordial y cercano, Don Sebastián ha podido darle las gracias y despedirse de las hermanas, personalmente. Así como agradecerles su labor durante todos estos años, al servicio de la Diócesis y, en especial, del pueblo de Torredonjimeno. “Vuestras vidas consagradas han sido un testimonio vivo del amor de Cristo en nuestra Diócesis y, especialmente, en Torredonjimeno. Allí habéis tocado innumerables corazones y habéis sembrado semillas de fe”. Finalmente, el Obispo quiso desearles lo mejor en las nuevas tareas que les sean encomendadas. “Que el Señor os guíe y proteja en cada paso que deis. Siempre tendréis un hogar en Jaén”.

Del mismo modo, la comunidad cristiana de Torredonjimeno despedirá a las Hermanas Misioneras del Padre Nuestro, este domingo, 21 de julio, a las 20:30h en la parroquia de Santa María.

Durante la Eucaristía, que estará presidida por el Obispo, se dará gracias al Señor por la fe, esperanza y caridad que las hermanas han sembrado, tanto en la pastoral parroquial, en la liturgia y en la visita a los enfermos, como en la educación, a través de la guardería.

Pedimos a Dios que nuestra Diócesis de Jaén sea un terreno fértil donde florezcan numerosas vocaciones, especialmente a la vida consagrada. Que sean muchas las mujeres, que, con amor y valentía, se entreguen por completo al Señor.

Texto y foto: Diócesis de Jaén

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